jueves, 29 de septiembre de 2011

No te comas mis ganas de comer






Como están amigos muchas gracias por seguir entrando a mi cuarto, verdad que se pasa rápido el tiempo, ya estamos entrando a la primavera y el sol empieza a salir, se acabo el invierno, se acaba el año y se acabo Mistura, este año no pude ir, ya será para el año que viene, espero que la gente que fue la haya pasado bien se haya divertido y sobre todo comido bien.

A propósito de comida, se han dado cuenta que los restaurantes de hoy en día ya no son como los de antes, desde el momento en que entras a un restaurante puedes percibir esto, por ejemplo el otro día entre a un restaurante de comida Japonesa en un lugar exclusivo de Lima, entre y el lugar era extraño mesas de vidrio sin sillas como para comer de rodillas, en una esquinas un palo de bambú, una piedra de rió, dos hojas secas, en la otra esquina dos palos de bambú, una caracola, en otra esquina un poco de arena de mar, y un palo de bambú, en las paredes unos cuantos abanicos abiertos, no se si recién estaban amoblándolo o era un restaurante piloto, se acerco a traerme el menú una geisha con su kimono y todo el atuendo japonés, pedí sushi, al rato me trajeron los palillos chinos envueltos en una servilleta, se demoraron una hora, supongo yo pescando mi comida, al rato me traen el bendito sushi, era un plato cuadrado blanco y grande pero cuando la chinita lo coloco en la mesa se me borro la sonrisa, se me fue el hambre, me traían el plato de alguien que ya había almorzado acaso, porsiacaso mire a todos lados no habrá sido alguna cámara escondida o algo así, pero no a mi alrededor no había nadie, mi plato era ridículo tres piezas de sushi una salpicada de salsa de soya alrededor de la comida, era la burla total al buen comer, no puedo negar que estuvo agradable pero no me llene y el precio mejor ni les cuento, con lo que pague me hubiera empujado un par de pollos a la brasa.

Me sentí estafado, como buen limeño acostumbrado a comer con las tres “B” de bueno, barato y bastante pero no con las tres “C” de crudo, caro y contado, esta vez me fui de cara, me estrelle con la cruda realidad, tan cruda como la comida japonesa. Y la verdad es que con este nuevo “boom” de la comida, todo el mundo se siente chef, y quieren crear comida con todo lo que encuentren no me extrañaría que algún cocinero invente: la Sopa de Piedra Volcánica Arequipeña o el chupe de gato techero chinchano.



Y eso no es todo lo que ahora esta de moda son los estilos culinarios, como: la “Fusión” que consiste en adaptar la comida de otros países al nuestro, tenemos también la comida “Nuclear” que se logra tras la explosión de una bomba nuclear o algún reactor, que cocinara al chef y a la comida, tenemos también, la comida “vegetariana” donde todo es a base de vegetales, flores y hojas, la cocina “molecular” la que me sirvieron a mí, que solo la vez con microscopio o lupa y así seguirán apareciendo nuevas clases y tipos de cocina

La comida si que ha cambiado antes entrabas a un restaurante y salía de inmediato a tu encuentro un tipo con la carta, un lapicero y una libreta, te traían la comida caliente y si que te servían bien, salías lleno y lo que ya no te entraba, en una bolsita para el perro, daba gusto salir a comer, porque te servían como en tu casa, ahora si tienes suerte encuentras la carne, más se esmeran en decorarte el plato, en darte una buena presentación, parece que el cocinero hiciera un dibujo o un cuadro en tu plato, el otro día creo que me sirvieron a La Mona Lisa, un pedacito de carne media rojiza a fuego lento como la cara, un par de arbejas como ojos, a los costados zanahoria rayada simulando al cabello, y un salpicón de salsa roja como la boca, por favor.

Antes te sabían vender el producto, el mesero era el mejor marquetero del mundo, Buenas tarde señor, que se le ofrece. – Ceviche, tenemos el mejor ceviche de lenguado de la zona, es fresco tiene solo tres días en la nevera, más fresco no va a encontrar y los mariscos son de ayer por la mañana, en su punto. Le traigo una fuente familiar, con Inca Kola helada o sin helar, para usted y su esposa esta bien una cervecita negra bien helada, es más ya sabían lo que le gustaba a la familia.
Ahora el mesero es un tipo muy formalito, es un experto en lo que te ofrece, y te da una descripción explicita de lo que vas a comer: Entonces le traigo al señor, un ceviche de lenguado, El Lenguado, es un pez perteneciente a la familia de los paralichthydae, o peces planos, su carne es blanca y tiene un alto valor nutritivo, su carne es rica en calcio, fósforo y magnesio y además es baja en calorías, este pez, desova a 40 o 60 metros de profundidad, con una puesta de 1,000 a 1,200 huevos... no jodas eres mesero o biólogo, tráeme un ceviche y punto. – De beber al señor le gustaría un vino tinto argentino, de la cosecha del año 2009. Este vino se elabora forzando la fermentación, clarificación y estabilización, a base de centrifugados y tratamientos en frío. Su vida es muy corta y es muy sensible al calor, por esto hay que consumirlo entre el invierno y la primavera siguientes a su elaboración, perfecto para la ocasión. Mira cuñadito no me confundas y tráeme eso que dices. Al rato se aparece el tipo con tu platito de ceviche más cebolla que pescado, una rebanada de camote, la leche de tigre escasa, no pica mucho y un chifle en la punta y cuatro rodajas de rocoto que adornan el plato y una copa de vino común y corriente. Te rascas la cabeza y dices: tanta cosa para esto, mejor me comía un ceviche de pota donde la tía veneno.

Y la verdad es que este auge de la cocina, esta empezando a causar estragos en los buenos comensales, los que tenemos buen diente y buen gusto, hasta en la televisión salen los chefs, nos están invadiendo. Les cuento, el otro día miraba la tele con mi mamá y ella estaba muy concentrada en un canal de cocina extranjero, que se llama Utilísimas, en donde una señora enseñaba a preparar un postre sencillo y rápido, que se llamaba: “Tembladera de azúcar y huevo al golpe de calor en su espejo de caramelo”, mi mamá concentrada en la preparación y tomando apuntes la pobre, yo me detengo a analizar un poco y le digo: mamá deja de apuntar tonterías, no te das cuenta que la “Tembladera de azúcar y huevo al golpe de calor en su espejo de caramelo”, no es otra cosa que “Flan”, mi mamá se detiene a mirar, hace memoria y me dice: verdad no, pero igual déjame apuntar, no molestes.
Hasta los nombres han cambiado, es el colmo, entonces yo haré lo mismo, a partir de hoy cuando vaya a una polleria le pediré al mozo, por favor tráeme: un animal vertebrado ovíparo de granja, crujiente en su cristal de aceite vegetal, a las brasas, acompañado de una porción de tubérculo comestible del altiplano andino bien crujientes y doradas y no te olvides de las cremas.

Nos están volviendo locos, las recetas de cocina salen todos los días, aparecen en revistas y periódicos, el otro día leyendo yo El Comercio salio: "Receta estupenda para una visita inesperada de domingo por la noche", necesitas: ¼ de garbanzos de la India, unas hojas de espinaca de Nueva Zelanda, ½ kilo de papas nativas de Perú, y 3 tazas de arroz del norte, del Valle de Jequetepeque. En que alacena peruana no hay estos ingredientes, claro si no tienen a mi me sobra yo les presto. Esto es una burla

Bueno amigos escribo esto por que estoy hinchado de los nuevos conceptos gastronómicos, indignado, porque juegan a la comidita, con mi almuerzo, al peruano le gusta un plato bien servido, como te sirven en tu casa, con su nombre real, con abundantes papas fritas, abundante arroz y con repeticua.

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